jueves, 21 de octubre de 2010

ArteGotico....Arquitectos, Escultores, Pintores.

ARQUITECTOS

Desde su juventud siguió los pasos de su padre Pedro Guas, con el que colaboró en el equipo de Hanequin de Bruselas en la realización de la Puerta de los Leones de Toledo. La mayor parte de su trayectoria profesional se desarrolla en Castilla, coincidiendo con la monarquía de los Reyes Católicos. Destacó por ser el máximo baluarte del estilo isabelino. En los primeros años de la década de los sesenta se instala en Avila, donde realiza la puerta de la catedral y diez años después su nombre aparece vinculado al claustro de la catedral de Segovia, donde detentó el cargo de maestro mayor hasta 1491. En estos años interviene además en el Parral, la Cartuja del Paular y la catedral de Toledo. Pero es en el Palacio del Infantado (1480-1483) en Guadalajara, donde mejor expresa su maestría por su magnífica decoración. Para su ejecución se inspira en el prototipo de palacio señorial que entonces imperaba en Castilla. En este proyecto contó con la ayuda de Enrique Egas. Otra de sus obras cumbres es la iglesia de San Juan de los Reyes en Toledo, donde la sencillez del diseño arquitectónico permite una mayor apreciación de los motivos ornamentales de estilo flamígero y mudéjar. En este edificio, edificado para conmemorar la batalla de Toro, es importante destacar la decoración heráldica ya que en un principio se pensó que podría ser capilla funeraria de los Reyes Católicos. En este proyecto le ayudaron Enrique Egas yEgas Cueman. Cuando falleció ocupaba el cargo de maestro mayor de la catedral y de las obras reales.




Toledo se convierte en uno de los grandes focos de la arquitectura peninsular de la segunda mitad del siglo XV. Para conmemorar el nacimiento del príncipe don Juan y la victoria conseguida en Toro en el año 1476, la reina Isabel funda el convento de San Juan de los Reyes en Toledo. Juan Guas será el encargado de llevar a cabo las obras.



CHARLES GAUTER DE ROUEN


De nombre Charles Gauter de Rouen, emigró a Barcelona desde Rouen durante la Guerra de los Cien Años. Se convirtió en arquitecto de las catedrales de Barcelona y Lérida, visitando Zaragoza y Sevilla, donde también trabajó en la construcción de la nueva catedral. Formado en el Gótico Internacional, dominaba la decoración de pequeña escala, preciosista y laboriosa.

El haram o sala de oración de la antigua mezquita, en uso como espacio cristiano religioso, definirá el ámbito de la nueva catedral. Tendrá cinco naves, de gran anchura -76 metros en total y 116 de longitud- y altura: 36 metros la central y 26 las laterales, alcanzándose la cota máxima en los 40 metros del crucero, siendo la mayor en superficie hasta la construcción de San Pedro del Vaticano. En las naves laterales se disponen capillas intercaladas entre los contrafuertes. En la actualidad es el mayor templo gótico del mundo y el tercero en dimensiones, sólo superado por la basílica de San Pedro del Vaticano y la catedral de San Pablo de Londres. La cabecera se modificó y la capilla de los Reyes es del siglo XVI. Dentro de las numerosas capillas se encuentran enterrados los reyes Fernando III, Beatriz de Suabia, Alfonso X y Pedro I y personajes ilustres como el cardenal Cervantes y Cristóbal Colón y su hijo Hernando.
En 1928 la catedral sevillana consiguió la catalogación de Monumento Nacional y en 1987 entró en el catálogo del patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Eugène Viollet-le-Duc

Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc (París, 27 de enero de 1814 - Lausana, 17 de septiembre de 1879) fue un arquitecto, arqueólogo y escritor francés. Representa una de las más importantes figuras de la escuela racionalista francesa, que rechazó la enseñanza de la Escuela de Bellas Artes, sustituyéndola por la práctica y los viajes por Francia e Italia.
Se dedicó principalmente a la restauración de conjuntos monumentales medievales como la Cité de Carcasona o el Castillo de Roquetaillade, siendo criticado por el atrevimiento de sus soluciones. Sus restauraciones buscaron recuperar o incluso mejorar el estado original del edificio, con un interés centrado más en la estructura y en la propia arquitectura que en los elementos decorativos. Utilizó el estudio arqueológico en el examen crítico inicial de los edificios, como paso previo para conocer su realidad y defendió el uso del hierro y la coherencia de la arquitectura gótica, en contra del eclecticismo.
Más importante es su aportación teórica, en la que defendió el uso de una metodología racional en el estudio de los estilos del pasado, contrapuesta al historicismo romántico. Sus teorías ejercieron una gran influencia en artistas posteriores, como Guimard, Gaudí, Horta o Vilaseca.


Biografía
Nacido en el seno de una familia de la alta burguesía, desde muy joven se interesó por la Arquitectura de la Edad Media y aunque fue discípulo de Aquiles Leclère, rechaza ingresar en la escuela de Bellas Artes deliberadamente para autoformarse recorriendo Francia e Italia con un bloc de notas en mano. En 1834 se casó con Elisabeth Cabrera.
En 1836 partió hacia Italia donde visitó Sicilia y se dedicó al estudio del arte griego y romano, regresando a París en 1837 para recorrer Francia y estudia sus monumentos más sobresalientes. Su erudición le valió el nombramiento en 1840 de inspector de los trabajos de restauración de la Sagrada Capilla bajo la dirección de Félix Duban. Ese mismo año la Comisión de Monumentos históricos, de la mano de Prosper Merimée, le encargó la restauración de la iglesia de Vezelay a la que seguirían otros trabajos que tuvieron gran resonancia.
En 1842 logró mediante concurso la restauración de Nuestra Señora de París junto con Lassus. Fue nombrado arquitecto de la abadía de San Dionisio en 1846, inspector general del servicio diocesano en Francia en 1853 y profesor de Historia del Arte y Estética de la Escuela de Bellas Artes, recién reorganizada por Vaillant, en 1863 aunque dimitió al año siguiente.
Supervisó todos los edificios medievales franceses que fueron restaurados siguiendo los principios arquitectónicos que se derivaban de sus formas (Castillo de Roquetaillade).
Entre otros reconocimientos fue nombrado oficial en 1858 y comendador en 1869 de la Legión de Honor y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Bélgica en 1863.
En los comienzos del sitio de París en 1870 organizó la legión auxiliar de ingenieros y con el grado de teniente coronel recibió el encargo del servicio exterior. Gran amigo de Napoleón III, se declaró librepensador provocando la reacción del clero y obligándose a dimitir de sus cargos de inspector general diocesano y arquitecto de las catedrales de Amiens, Clermont, Reims y París.
Teoría de la restauración
En sus teorías defiende que el restaurador debe ponerse en la piel del arquitecto-creador primitivo; entender el espíritu de la obra y aplicarlo a la reconstrucción de la misma. Trata de devolver al edificio su forma original (forma prístina), o como él entiende que debió haber sido, puesto que afirma que a partir de las partes que aún existen es posible reconstruir el total, por pura coherencia del estilo. Llegó a decir en su "Diccionario razonado de la arquitectura francesa", 1868: "El estilo es a la obra de arte, lo que la sangre es al cuerpo humano". Sostiene la necesidad de prescindir de actitudes subjetivas en la restauración, precepto que él mismo incumplía a menudo. Sus intervenciones sobre los diversos monumentos franceses se caracterizaron siempre por la primacía del estilo gótico, considerado superior por Viollet desde el punto de vista tanto técnico como estético. La llamada "unidad de estilo" perseguía resaltar los aspectos medievales del edificio intervenido, lo cual obligaba a eliminar o al menos alterar los elementos "inferiores" o secundarios añadidos con posterioridad en los momentos renacentista, barroco o neoclásico. Lo cierto es que en muchas ocasiones, las intervenciones violletianas provocaron la desaparición de interesantes añadidos de indudable calidad y valor histórico artístico, así como causaron la ruptura del proceso vital de la obra artística: el intervencionismo indiscriminado borraba de un plumazo las variadas huellas que señalaban el paso del tiempo en el edificio.

Viollet-le-Duc es una figura discutida, totalmente opuesta a John Ruskin, puesto que éste último defiende la conservación frente a la restauración. Se achaca a Le-Duc falta de rigor histórico al buscar una recuperación idealizada del edificio, añadiendo incluso partes que nunca habían existido. Sin embargo su influencia ha sido grande en toda Europa, llegando a crear escuela; en España por ejemplo se procedió a restaurar algunas partes considerables de la catedral de León, tales como el hastial oeste, la fachada sur o la cúpula barroca, intervenidas por Madrazo y Demetrio de los Ríos entre otros. De lo que no hay duda es de su profundo conocimiento del arte medieval, habiendo incluso quien lo considera un gran arquitecto gótico nacido fuera de tiempo.

ESCULTORES

Claus Sluter

Claus Sluter fue un escultor gótico de origen flamenco.
Su fecha de nacimiento se desconoce, pero se calcula en torno a 1350 en Haarlem. Murió en 1405 o 1406 en Dijon, Francia. Se le considera el principal representante de la escultura borgoñona en la segunda mitad del siglo XIV.
Vida
Sluter probablemente trabajó en Bruselas antes de trasladarse a la ciudad de Dijon, donde desde 1385 hasta 1389 fue asistente de Jean de Marville, escultor de la corte de Felipe el Atrevido, Duque de Borgoña. Desde 1389 hasta su muerte desempeñó el cargo de escultor de corte. Entre el 24 de septiembre de 1405 y el 31 de enero de 1406, murió en Dijon. Fue sucedido por su sobrino Stephan Sluter de Werve, que continuó con el cargo de su tío.
Aunque Sluter ha sido encuadrado dentro de los denominados estilo suave y gótico internacional, su estilo realista apunta al futuro y tiene una gran influencia en el desarrollo la escultura del siglo XV. Fue el más importante escultor de la Europa septentrional de su época y considerado pionero del realismo nórdico. Restauró la escultura figurativa a escala monumental y naturalismos propios de la época clásica. Su trabajo de madurez es muy emotivo, atento a las expresiones faciales y los detalles de sus esculturas, lo cual puede verse en particular en sus característicos ropajes pesados, que muchos otros imitaron más tarde.
Obras
Sepulcro de Felipe el Atrevido


Sluter fue responsable, en parte, del sepulcro de Felipe el Atrevido, en el que parece que trabajó desde 1385, pero fue acabada con el sucesor de Sluter, Claus de Werve. La parte alta del sepulcro incluye una imagen idealizada del duque, acompañado por dos ángeles y un león. A su alrededor, cuarenta plañidores en la parte baja, en forma de encapuchados, tema que alcanzó posteriormente gran difusión.
Portal de la Cartuja de Champmol


Su segundo gran trabajo es el programa escultórico de la portalada de la Cartuja de Champmol, mandada construir por Felipe el Atrevido cerca de Dijon. Se representa a María con el Niño (1391), presidiendo el parteluz, flanqueados por la pareja fundadora, Felipe y Margarita III de Flandes en el espacio de las jambas, con ménsulas y doseletes muy decorados. Aparecen también en el conjunto las figuras de san Juan y santa Catalina presentando a los donantes. Todas las esculturas del conjunto exhiben amplios vestidos y mantos, de complicados pliegues, que les otorgan una apariencia aristocrática. Es de destacar la presencia de los comitentes en un espacio reservado hasta ese momento a las figuras sagradas.
El Pozo de Moisés


De sus obras, la más famosa que ha llegado a nuestros días es el Pozo de Moisés (1395–1403), creado para el claustro de la Cartuja de Champmol. En principio, era un calvario monumental para el claustro, con seis figuras de profetas en la base de la fuente: Moisés, David, Jeremías, Zacarías, Daniel e Isaías y, sólo como fragmento, la Crucifixión. Parece que la obra se basó en la idea de la fuente de la vida (fons vitae). Las esculturas aparecen totalmente liberadas del marco, además de estar dotadas de un naturalismo extremo. Los tipos humanos son corpulentos, de volúmenes rotundos y gran monumentalidad. Esto se debe en parte a la forma de esculpir los ropajes, que tiene un caracter pesado y voluminoso con pliegues gruesos y profundos, muy peculiar del maestro. Es característica también la forma de captar las expresiones, convirtirtiendo las esculturas en auténticos retratos.


 
 

 JUAN GUAS

3 comentarios:

  1. Se encuentra buena informacion acerca de los earquitectos y pintores del arte gotico para mi todos los trabajos estan bien realizados con sus repectivas imagenes para que sea mas entendible

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  2. Esta muy bien elaborado el trabajo sobre todo sobre los arquitectos ya explica muy claramente todas sus construcciones.

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  3. Es un trabajo muy completo ya que nos habla muy detenidamente de todas las obras de los escultores pintores y arquitectos.

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