Una costumbre que ha existido desde el periodo prehispánico, donde los difuntos eran importantes.
Desde la Audiencia de Quito, con ideologías católicas, creían que debían rezar por las almas de sus muertos para llevarlos a la salvación.
Ya dicho antes, quienes mantienen estas costumbres son los pueblos indígenas, llevando a las tumbas colada morada, cuyes, y la comida preferida del difunto.
Sin olvidar mencionar, que un día antes, cada familia va al lugar a prepararlo para el siguiente día, pinta, limpia, y lo prepara de la mejor forma.
Cementerio de San Andrès, en la ciudad de Riobamba.
Un día antes las personas van al cementerio a preparar las tumbas.
Cementerio de Calpi (Provincia de Chimborazo)
Cementerio de Cajabamba (Provincia de Chimborazo)
Cementerio de Riobamba(Provincia de Chimborazo)
No podemos olvidar a aquel hombre que cada año nos acompaña con su acordion, sentado fuera del cementerio haciendo música.
El Animero es una costumbre del Cantón Penipe, los últimos 2 años se llevo a cabo en Riobamba, donde toda la ciudadanía estuvo invitada por medio de un periódico de la ciudad.
Un día antes del Día de los Difuntos, un animero recuerda a los fieles que deben rezar por los que dejaron esta vida.
Un Animero envejece en esta actividad y antes de su muerte entrega la posta a un joven que desee reemplazarlo.Dice que lo mas importantes es tener “fuerza de carácter y no ser cobarde”.
Según la tradición cristiana, en el lugar se encuentran las almas que no hicieron penitencia en vida y esperan la hora de la gloria final.
El Animero es el representante de esas almas en la tierra y solicita oraciones todas las noches desde el 15 de octubre hasta el 2 de noviembre de todos los años.
No podrá hablar más con la gente durante su recorrido. Desde su salida de la iglesia estará únicamente al servicio de los muertos.
No puede mirar hacia atrás, porque según dice: “ duele la cabeza y parece que nos pegan”.
El Animero es el representante de esas almas en la tierra y solicita oraciones todas las noches desde el 15 de octubre hasta el 2 de noviembre de todos los años.
No podrá hablar más con la gente durante su recorrido. Desde su salida de la iglesia estará únicamente al servicio de los muertos.
No puede mirar hacia atrás, porque según dice: “ duele la cabeza y parece que nos pegan”.
Repitiendo en cada esquina del pueblo: "Recordad almas dormidas, rezaran un Padre Nuestro y un Ave Maria por las benditas almas del purgatorio, por el amor a Dios”
Sigue su camino.. La gente del pueblo dice que al salir del cementerio todas las almas lo siguen en una procesión nocturna y ruidosa que la escuchan a su paso por los caminos.
Tal vez esa es la razón por la que nunca mira atrás, quizás por eso ningún perro se atreve a atacar a un Animero y casi nunca utilizan el látigo que llevan escondido.
El Animero sigue su camino entre las tinieblas de una noche de noviembre. Muchos dicen que le acompañan las almas condenadas al Purgatorio, tal vez así sea, sin embargo camina solo entre los vivos.
Tal vez esa es la razón por la que nunca mira atrás, quizás por eso ningún perro se atreve a atacar a un Animero y casi nunca utilizan el látigo que llevan escondido.
El Animero sigue su camino entre las tinieblas de una noche de noviembre. Muchos dicen que le acompañan las almas condenadas al Purgatorio, tal vez así sea, sin embargo camina solo entre los vivos.
No cabe duda que las tradiciones de nuestros pueblos indígenas permanecen, es muy grato conocer y vivir cada una de ellas.
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